Y así fue. Un grupo de hermanos pudo disfrutar de su visita y de su gracia andaluza, pudieron observar cómo unas manos que habitualmente visten a la Esperanza Macarena estaban vistiendo a la Esperanza salmantina.
(La Esperanza, vestida por Garduño)
Varios tocados, diversas formas ayudaron a ver a una Esperanza totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados, pues una manos que llevan vistiendo casi 60 años a dolorosas sevillanas saben bien lo que lleva entre sus dedos.
De esta manera Pepe Garduño pudo enseñar algunos trucos que él utiliza para vestir a las imágenes, y dejo vestida de luto a la Esperanza de una forma impecable.Esperemos que sus consejos hayan servido para algo, muchas gracias Pepe.
Se nota la experincia y el saber.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto, un cambio que favorece a la imagen. Ahora solo hay q esperar que las lecciones de Garduño den sus frutos en los vestidores de la Esperanza.
ResponderEliminarUn saludo