Y había ganas de Madrugada, tanto en los propios hermanos como en los salmantinos.
Una semana de preparativos, dejando a las imágenes lo más bellas posible para la noche mágica.
Los primeros hermanos comienzan a llegar sobre las 3 de la madrugada, esta todo listo.
Nervios, abrazos entre hermanos, emoción y la misma ilusión como la que se tiene el primer día.
¡¡este año si!! ¡¡vamos a salir!! era lo más repetido entre los hermanos.
Poco después, la Plaza del Concilio de Trento se empieza a llenar de gente, hay mucha expectación debido a la buena temperatura de la noche y a los dos años consecutivos de ausencia por las calles.
El entorno comienza a llenarse de túnicas blancas y capirotes negros y verdes, llegan charros y charras enlutados... ya no hay marcha atrás!
En el interior de San Esteban todo comienza a organizarse, insignias, niños, hermanos de carga, hermanos de fila... y entre ellos, la compañía de los integrantes de la nueva Cofradía de Jesús de la Caridad de Calatayud que han querido acompañarnos (en poco tiempo les haremos unas preguntillas para el blog).
Llegan las 5 de la mañana, todo organizado y Jesús de la Pasión preparado en su lugar correspondiente, pero las puertas no se abren. 10 largos minutos tienen que pasar para que suenen los tres golpes de rigor.
Las puertas se abren, una gran ovación y aplausos del publico se cuelan en el interior del Convento.
La Hermandad Dominicana está en la calle, y la calle nos espera. Mucho público, desde la misma puerta hasta la cuesta de Palominos, nos están esperando.
Comienza a salir la Cruz de Guía y tras ella dos largas filas de nazarenos precediendo al primer paso, iluminando el camino con cirios de cera natural. Este año los cirios no se apagan, ¡que estampa más bonita ver desde San Esteban esas filas de luces encendidas!
Suena el llamador de Jesús de la Pasión y comienza a sonar su marcha, Señor de San Esteban, el Señor vuelve a salir a la calle con su marcha gracias a la A.M. María Stma. de la Estrella. Aplausos y llantos de emoción mientras llega el paso al dintel de la puerta. Se vuelve a hacer el silencio. Solo se escuchan las ordenes del capataz para sortear el alto de la puerta. Una vez fuera comienzan los sones de La Saeta; los bellos de punta ¡que bien va mi Señor!.
Los aplausos y vivas son un continuo durante el andar de Jesús de la Pasión.
De nuevo por la puerta aparecen nuevas insignias y filas de hermanos. La sección del Cristo de la Buena Muerte comienza a salir.
A lo lejos en el interior de los Dominicos se observa la silueta de la cruz entre incienso.
Acólitos con ciriales tallados en madera y orfebrería plateada anteceden al paso.
Se repiten las mismas acciones que con el anterior paso. El Buena Muerte se acerca al dintel con el sonar de los tambores. La A.M. Cristo Yacente comienza a entonar la marcha "Cuando me alejé de Ti" y el público presente vuelve a romper en aplausos.
Ya tenemos dos pasos en la calle, los cirios siguen sin apagarse y se espera una magnifica madrugada.
Las filas de nazarenos verdes comienzan a invadir el camino del resto, la Virgen de la Esperanza se acerca.
Insignias, estandarte correspondiente y charros enlutados.
En el interior de San Esteban ya se comienza a descubrir la luz que desprende el palio. La Virgen de la Esperanza se acerca a la puerta, los aplausos y gritos de guapa se suceden unos a otros. La marcha Amanecer de Esperanza acompaña a la Virgen hasta el dintel, volviéndose a hacer el silencio para la maniobra de salida.
Una vez fuera y con continuos aplausos, la Banda de Música Ciudad del Tormes interpreta el Himno de España para continuar con Reina y Señora de San Esteban. Ha pasado casi una hora desde que saliera el primer paso.
Ahora desde la Catedral Nueva, el atrio se empieza a llenar de nazarenos de color rojo.
Jesús de la Pasión está llegando y se produce la salida de Nuestra Señora de los Dolores.
La banda de CCyTT La Paz es la encargada de poner los sones tras la bella imagen de Carmona. El himno vuelve a recibir a la Virgen.
Se produce un bonito paseo en paralelo entre la Piedad y Jesús de la Pasión hasta llegar a la Puerta del Obispo de la Catedral, lugar donde se producirá el primer encuentro de la Madrugada.
Con media hora de diferencia, se vuelve a producir el mismo encuentro con la imagen del Cristo de la Buena Muerte y bajo los sones de la misma marcha.
La Piedad se integra en el desfile y la procesión se organiza al completo, ya amaneciendo.
La Virgen de la Esperanza, termina de subir Palominos cuando es sorprendida por una lluvia de pétalos de las monjitas que hacen esquina con la Rúa, siendo otro de los momentos más aplaudidos.
Cuando la Virgen de la Esperanza llega a la Catedral, la Junta Directiva de la Hermandad de la Soledad entrega un ramo de flores que es colocado en el palio durante toda la procesión.
La cabecera entra en la Plaza Mayor a las 8 de la mañana, se hace de día y los cofrades apagan sus cirios. Los rayos de sol son ahora los encargados de guiar el camino a nuestros pasos. La Hermandad se recrea en la Plaza Mayor, bailes, caminar lento... necesitábamos esta dosis de Hermandad Dominicana!
Ya está la procesión de vuelta, poco a poco se acerca de nuevo a San Esteban.
Los primeros hermanos llegan al atrio y se disponen a esperar al resto de hermanos y pasos.
A las 11.30 de la mañana, todos los hermanos y pasos se unen en San Esteban.
Una levantá de cada paso y una oración ponen broche final a una madrugada de ensueño, muy esperada por todos.
La sección de la Piedad emprende su camino de vuelta a la Catedral.
Todo ha acabado, noche, madrugada y amanecer de ensueño, vuelven los abrazos, vuelven las lagrimas por las mejillas... pero esta vez ¡¡LAGRIMAS DE ALEGRÍA!!
LO HEMOS CONSEGUIDO HERMANOS ¡¡VIVA LA HERMANDAD DOMINICANA!!
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