Un año más, pero diferente.
Una festividad en la que lo único que pudo hacerse fue la Eucaristía y la Veneración a Nuestra Señora de la Esperanza.
No ha habido reuniones, ni cabildos, aglomeraciones en la chocolatada ni conciertos de bandas, sin filas para besar la bendita mano de Nuestra Señora....
Pero ha habido sentimiento, Esperanza y respeto entre hermanos, delante de Ella, que se acercó más si cabe a todos sus devotos.
Un montaje sencillo pero llamativo a la vez, a la luz de las velas, contemplando y rezando a la Virgen de la Esperanza desde las puertas de la capilla. Pidiendo por nuestros familiares, por los que se han ido y por los que quedamos y rogando que esta agonía termine cuanto antes.
La Virgen se presentaba vestida con una saya rosa pálido bordada en oro y plata, con su fajin de general y tocado en colores crudos. Lucía diferentes joyas y la Cruz de la Orden Dominicana. Manto verde brocado en oro, extendido en la capilla y corona de salida.
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