Si por regla general nos suele sorprender la Virgen de la Esperanza al ser la que mas posibilidades ofrece a la hora de vestir, en esta ocasión lo hace Nuestro Padre Jesús de la Pasión.
La imagen se presenta con su túnica roja, con la que lleva los últimos meses, pero colocada de otra forma, con un cíngulo más ancho que los que suele llevar Jesús de la Pasión y con soga al cuello de las mismas características.
Además, la nueva disposición de los brazos y manos hace que veamos a nuestro Titular de una forma peculiar a la que no nos tenían acostumbrados.
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