La madrugada del Viernes Santo huele intensamente a incienso, chocolate y churros recién fritos, y a huevos acabados de hornear, y sus turufadas se entrecruzan provocando una promiscuidad provocadora. Se madruga. Una muchedumbre pululante recorre las calles del barrio catedralicio con un incesante ir y venir para ver en buen sitio la procesión mas sevillana de todas las salmantinas: la de la Hermandad Dominicana. Aunque niño, me sobrecoge el silencio en la Madrugada Salmantina. Desde luego la escena es incomparable, y de nuevo la pasión, la piedra y la luz del amanecer le dan a la Semana Santa de mi tierra un no se qué especial que solo se entiende viendo subir a la Virgen de la Esperanza por la calle Palominos.
Nuestro Padre Jesús de la Pasión con la cruz a cuestas y acompañado de sayones, camina de blanco hacia el calvario; y el pueblo se apiada y entristece.
¿Llegaste a leer los pregones?
ResponderEliminarUn saludo.
Lo estoy sacando de la ultima revista Madrugada, que habia un articulo que hablaba de los pregones
ResponderEliminarJajajaa, dice Julián lanzarote que el Jesus de la Pasión va a compañado de Sayones...vaya un copia y pega que nos hizo...
ResponderEliminara todos los hermanos cofrades de la hermandad dominicana me gustaria deciros q el año pasao no tubimos la suerte de no salir a la calle pero este año saldremos y con nuestra virgen con palio y andas nuebas
ResponderEliminarVIVA A LA HERMANDAD DOMINICANA